Pero, ¿de dónde viene la palabra “bluetooth”? Para conocer el origen de este término debemos remontarnos a 1994 cuando uno de los responsables del desarrollo de esta tecnología de comunicación inalámbrica, Jim Kardach, propuso el nombre de uno de los reyes vikingos, concretamente el de Harald Blåtand, cuya traducción al inglés es Harald Bluetooth.
Este rey vikingo fue conocido por unificar las tribus noruegas, suecas-danesas y por convertirlos al cristianismo. Por el paralelismo con la unificación de la comunicación de los sistemas digitales, el nombre de Bluetooth sonó más que idóneo. Como este rey vikingo también era un apasionado de los arándanos, el logotipo de la tecnología Bluetooth acabaría teniendo un color azulado (como el de muchos arándanos) y las iniciales del nombre y el apellido del rey vikingo unidas.